Filosofía y literatura de Albert Camus.
Gabriel González García.
Gabriel González García.
El existencialismo es un movimiento filosófico desarrollado en Europa, como consecuencia de la tremenda crisis provocada por las dos guerras mundiales, siendo su punto culminante la explosión y la devastación causada por las dos bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki. Siendo Albert Camus uno de los pocos en pronunciarse sobre esto.
En este contexto, el hombre vivió bajo el pensamiento de que el mundo dejó de ser un lugar tranquilo y acogedor, que no hay nada seguro, ni alguien en quien confiar. Sostuvo la idea de que a nadie le importa el otro que el ser humano es uno más, es un individuo que debe luchar por su propia existencia, creyendo que la razón fracasó por completo.
Por eso, en sus obras se refleja la filosofía del absurdo, desinteres, de pesadumbre y desasosiego. Se ven en un mundo que ya no ofrece cosas buenas, sino catástrofes, un mundo donde se han perdido los valores más preciados, ya no hay ideales por qué luchar; reflexionan sobre el sentido de la vida y de la muerte. Así, el existencialista centra su atención en la existencia humana, en su propia existencia, por medio del individualismo debiendo “decidir” los actos que llevará a cabo. Así surge la angustia existencialista: es libre pero ¿Qué hace con su libertad? ¿Cómo la maneja? ¿Qué camino toma?
Del existencialismo se ha incorporado la idea de que el ser humano va creando su personalidad a través de las elecciones o decisiones que continuamente toma ante las distintas situaciones y dilemas que se le presentan en la vida. Como dice el filosofo existencialista JEAN.PAUL SARTRE, ´´cada uno de nosotros es producto de sus propias elecciones´´.
Para decirlo brevemente, los pilares de la postura existencialista pueden resumirse en tres puntos:
a)El ser humano es un agente electivo, capaz de elegir su propio destino.
b)El ser humano es un agente libre, absolutamente libre para establecer sus propias metas de vida y su propia moral.
c)El ser humano es un agente responsable de sus propias elecciones
Camus no propone nuevos valores morales, si no que la filosofía existencialista supone una aceptación de la libertad humana y un llamado a la responsabilidad: somos responsables de lo que somos, del tipo de persona en que nos convertimos, pues no somos más que una suma de nuestros actos, el resultado de sucesivas elecciones, no dependemos de un destino divino, ni de una circunstancia social, ni de una predisposición biológica o natural; pero somos también responsables de los demás porque al elegir unos valores, elegimos una imagen del hombre tal y como debe ser; “nuestra acción compromete a la humanidad entera”.
CONCLUSIÓN
Todos los existencialistas han seguido a Kierkegaard, al resaltar la importancia de la acción individual apasionada al decidir sobre la moral y la verdad. Han insistido, por tanto, en que la experiencia personal y actuar según las convicciones propias, son factores esenciales para llegar a la verdad. Así, la comprensión de una situación por parte de alguien que está comprometido en esa situación es más alta que la del observador indiferente.
Esta filosofía que ayuda mucho a la autorreflexión, a saber entenderse a uno mismo y principalmente a saber entender al entorno que lo rodea. el existencialismo predica una forma de vida muy filosófica que no deja espacio para el error. Se piensa y se piensa constantemente. Se analizan las situaciones y todas las posibilidades para no cometer las mismas atrocidades del pasado. Así pues, es una postura que permite el crecimiento interno y el desarrollo.